El mundo de la experiencia de usuario y sus estrategias pueden parecer complicadas y difíciles de entender, pero lo que debemos hacer para lograrlo es usar las mejores prácticas para así, asegurar que estas experiencias satisfagan las necesidades de nuestros usuarios.
Uno de los principales retos a los que me he enfrentado, es entender que experiencia de usuario no solo es usabilidad o diseño gráfico de interfaz; la experiencia de usuario es en pocas palabras, qué tan feliz o frustrada se siente una persona al usar algo, llámese aplicación, dispositivo u otro.
Hace unos años me convertí en parte del equipo de diseño gráfico de Ceiba, desde el primer día quien lidera mi área, me habló del enfoque del equipo: definitivamente, seguir trabajando por generar buenas experiencias de uso.
Siempre tuve presente el capacitarme, conocer del tema, contextualizarme y estar actualizada día a día. Pero fue hasta hace un año que pude comprender que toda la teoría, estudios y demás, que apoyan la experiencia de usuario y todo lo que abarca, se vería solo apoyada por la experiencia misma y las vivencias en los proyectos.
A medida que conocía más del tema y veía todo lo que lograba la líder del área -Herlency Muñoz, Consultora UX, Diseñadora Gráfica, y Profesional en Sistemas-, me hacía notar la importancia que tiene, no solo el tema de diseño, sino todo lo que compone la construcción de una experiencia de usuario positiva, como diseño de interacción, arquitectura de información, usabilidad y muchos otros factores. Noté entonces, que es a través de la experiencia donde logramos conectarnos con los usuarios y sus necesidades, es entender cómo ofrecer y pensar esas alternativas ganadoras y adecuadas para hacer de la experiencia de uso, algo enganchador y lograr que el usuario se quede con nosotros.
En este año que llevo entre la formación y la experiencia, he logrado comprobar cantidad de cosas que antes no tomaba en cuenta en mis procesos, desde el creativo, pasando por la interacción con equipos y el entender los negocios o requerimientos. Por ejemplo, adquirir disciplina no es tarea fácil, pero afortunadamente contamos con un equipo lleno de talento y la gran experiencia de otros que ayuda en este recorrido.
Comprender al equipo de desarrollo, quien está directamente con el usuario y sabe cómo construir estas soluciones, nos puede aportar más que componentes y funcionalidades, esto para mí, fue romper un paradigma que claramente se hizo más fácil a medida que iba conociendo más herramientas, técnicas, e iba trabajando de la mano de expertos.
En conclusión, debemos conocer y desmitificar ciertas ideas que existen desde hace años, donde los mismos usuarios han probado que son erróneas, pero que gracias a la tecnología y medios disponibles nos indican el verdadero camino.
Colegas y conocidos me preguntan si hay una carrera de experiencia de usuario, qué estudiar para ser un consultor o cómo llegar al camino que elegí, la respuesta que les doy, es que no existe un método exacto: la experiencia de cada usuario es única y su situación particular para cada actividad, específica. Esto es lo que hace necesaria la presencia de un experto, alguien que tenga la habilidad de hacer más feliz y práctico el vivir de esa situación.
